No hubo un «castro romano»

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He dado una vuelta por la red buscando alguna nueva publicación que se hiciese eco de la presentación de la novela en Basauri o simplemente de la aparición de la propia novela. Lo cierto es que me he topado con una cuantas mas pero omito el colgarlas porque tampoco aportan nada distinto a las que ya he ido dando a conocer.

De entre todas me inquieta un poco el efecto que el reportaje emitido por ETB ha tenido y que puede inducir a error sobre la presencia de romanos en el castro de Malmasín.

La entrevista mantenida para la grabación del reportaje que se iba a emitir tendría en contenidos unos 10 o 15 minutos aproximadamente  En ella quedaba bien claro que la presencia de romanos en el castro es «parte de la trama de la novela».

La posterior edición y montaje del vídeo para su difusión aporta bastante confusión sobre ese aspecto, algo totalmente involuntario pero que necesito aclarar.

Sobra decir que agradezco enormemente tanto la posibilidad de dar a conocer la novela de una manera tan rotunda como es la televisión, como el trato y la implicación que mostró el equipo de ETB que acudió a la grabación. Muchas gracias de verdad.

Dicho esto debe quedar claro que efectivamente Roma tuvo presencia tanto en Bilbao y sus alrededores como en toda la extensión de la península. Ocurre que en unos lugares esa presencia fue mas o menos constante y de ello quedaron para la posteridad mas o menos «huellas».

El castro del monte Malmasín está datado de varios siglos antes de la ocupación o presencia de Roma en ese lugar. Es un asentamiento de la edad del hierro y fué la llegada del poder de Roma lo que dio fin a una forma de vida como eran los asentamientos humanos en altura. Ese dato histórico es uno de los argumentos de la trama de El Sueño de Akala.

Los habitantes del castro fueron muy probablemente Caristios, (por lo menos en la época en que se ambienta el relato de la novela) dada la disposición de los territorios de aquellas antiguas tribus vascas y la ubicación de la que a día de hoy se tiene conocimiento de distintos asentamientos humanos por la zona.

En ningún caso el castro del monte Malmasín estuvo habitado por romanos.

Posteriormente sí que continuó la presencia humana en la zona. Un poco mas abajo, a media ladera, en los alrededores de la ermita de Fínaga (Basauri), aparecieron durante las obras de restauración de esta, estelas romanas entre otros objetos arqueológicos de gran valor, pero en todo caso nos estamos refiriendo a siglos después del momento en que se desarrolla la acción de la novela.

Un poco larga la explicación pero consideraba muy importante hacerla.

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